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miércoles, 3 de julio de 2013

Análisis Sonic the Hedgehog 2 (Megadrive)


Sonic no está solo.

Tras el enorme éxito que cosechó el primer juego de Sonic, los chicos de SEGA se pusieron manos a la obra con su segunda parte. La Megadrive acogerá en aquel entonces a la continuación de un juego que muchos podrían considerar insuperable, ¿Qué pasó en aquel momento? ¡Veámoslo!

Una vez más la historia de un juego así pasa desapercivida, no obstante, el Dr Eggman quiere construir su mortífero Death Egg y para ello necesita la ayuda de las 7 Esmeraldas de Caos. Sin embargo Sonic no está solo, pues el zorrito Miles Prower, aunque su sobrenombre es Tails "ayudará" a Sonic en su travesía.
Y digo ayudará entre comillas porque en el modo para un jugador su papel es meramente anecdótico, pues simplemente irá con nosotros. La importancia de Tails recae en que por primera vez se puede jugar a dos jugadores en un juego de Sonic, No obstante, esa no es la principal novedad de Sonic the Hedgehog 2 con respecto a su primera parte y es que, aunque pocas, son novedades que encajan a la perfección con el esquema de juego anterior y da para una segunda parte.

Ahora Sonic corría más que antes, y eso se dejaba notar con sus salidas de pantalla en los niveles, que, hablando de ellos, fueron reestructurados y se presentaban en zonas con 2 actos pero a cambio, había mucha más variedad en ellas.

Estando parados, si pulsabamos abajo seguido del botón de saltar , Sonic rodaba en el sitio y cuando soltabamos, salía disparado ferozmente hacia adelante mostrando esa fantástica incorporación llamada Spindash. Cuanto más veces pulsáramos el botón de salto mientras estabamos quietos, más rápido salía Sonic disparado. Estas son las principales novedades jugables, pero, ¿había cambiado algo más?

Los farolillos del punto de control ya no servían solo para guardar tu avance, ahora, si tenías 50 anillos o más podíamos entrar en la fase especial de las Esmeraldas del Caos

Tal y como se aprecia, estos niveles cambian radicalmente con respecto a la anterior entrega. Ahora corremos en un semicírculo, y la idea es muy simpl: Hay que coger anillos suficientes para pasar un punto de control evitando las recurrentes bolas de pinchos que nos quitaran 10 anillos por cada impacto.

Una vez poseíamos todas las Esmeraldas, podíamos transformarnos en Super Sonic en un visto y no visto siempre y cuando tuviéramos 50 anillos. Dicha transformación se llevaba a cabo saltando en aquel momento y nos concedía una mayor velocidad, así como un salto mas alto e invencibilidad.

En lo visual, el sprite de Sonic cambió , pasando a ser ahora mas azul y ligeramente mas grande, las animaciones tenían la misma calidad que antes y las físicas eran iguales.

La calidad de los escenarios no tenía precedentes en aquel momento, puesto que eran tremendamente variados y colorista. Tanto es así que escenarios como el Casino o las fases especiales se han convertido en marca de la casa en los juegos de Sonic.

Tras aventurarnos dentro de las 10 zonas que poseía el juego , quizá notamos que la dificultad bajó una mijilla, sin embargo, el juego nos brindaba con uno de los finales mas recordados de toda la industria, así como un Jefe Final que caló hondo en todo el que lo derrotó, ya sea por su magistral banda sonora, que acompañaba al todo el juego , o por la dificultad que este poseía.

Este juego se ha convertido en un clásico tan recordado o más que el primer juego de Sonic.

¿Qué hacer tras acabar el modo historia? Podemos intentar pasarlo con las 7 Esmeraldas.

¿Qué le falta a este juego? Un mayor nivel de dificultad.

CONCLUSIÓN Y OPINIÓN.

Cuando jugué a la segunda entrega de Sonic, me sentí como en casa, puesto que nada y mucho había cambiado, los power ups y la mecánica eran los mismos y solo tenía que acostumbrarme a la estructura de los niveles así como a los niveles especiales.

A mí me gusta todo de este juego , y la única pega que tengo, es que por aquel entonces no acababa de acostumbrarme al nuevo sprite de Sonic, como tampoco a los colores de las Esmeraldas, que hasta Sonic 3. no se ponen de acuerdo en su gama de colores. No obstante, considero a este Sonic una obra maestra, tanto por su variedad de escenarios, como por su mecánica y dinámica, y de niño lo pase muy bien.

NOTA:  9,5

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